El fin de una etapa
El resultado de las últimas elecciones estudiantiles marca el final de una etapa de cinco años en la que el Centro, conducido por Octubre, se convirtió en una cáscara vacía de participación y contenido, limitándose a expresar reclamos presupuestarios legítimos pero de forma consignista y sin generar la participación masiva que pudiera obtener triunfos concretos. Un Centro impregnado de una lógica sectaria y de “vanguardia autoproclamada”, y por ende deslegitimado ante la mayoría de los estudiantes que no se sentían parte, ni tampoco representados por el mismo.
La lógica en la que se desarrolló la elección no estuvo exenta del estado del Centro (y la política en general) de nuestra facultad. En un marco donde se viene naturalizado una cultura política que atenta contra la participación, la fragmentación parece la norma (se presentaron 20 listas), y la contaminación visual, producto de la exagerada cantidad de carteles, aportó a la confusión y la apatía general, justamente en la semana en que mas receptivos y comunicados deberíamos estar. Así mismo los pasillos de votación rebalsados de militantes que esperaban al lado de las urnas para hablar pestes del resto intentando “convencer” en tres minutos a los compañeros que se acercaban a votar, parece haber generando más rechazo que ganas de votar y participar.
En un cuatrimestre en el que se desarrolló un importante grado de participación con las tomas, asambleas, clases públicas y movilizaciones por el Edificio Único, tal vez el dato mas contundente de la elección sea que votó apenas el 20% de los 25.000 estudiantes empadronados (tan solo 5.400). Esta es una expresión más del deterioro de nuestra herramienta gremial, y debería llamarnos a la reflexión, para buscar reconciliarla con su sentido y su rol más genuino.
Refundar el Centro: Un desafío por delante
El final de una etapa implica la posibilidad de transitar una nueva, aunque esta no necesariamente será una tarea sencilla. Entendemos que se abre la posibilidad real de encarar un proceso de refundación del Centro de Estudiantes. Una refundación que pueda plantearse un nuevo modelo de gremialidad, con la búsqueda permanente de formas de participación creativas que interpelen al conjunto de los estudiantes. Un nuevo Centro que apueste a la integralidad, abordando la disputa gremial, académica y cultural como los tres ejes indisolubles de cualquier proyecto que pretenda disputar el sentido del conocimiento que se produce en nuestra facultad.
En síntesis, una verdadera refundación del Centro que proponga una nueva forma de democracia y debate, basada en el respeto y en la búsqueda de síntesis superadoras en lugar de la negación y la descalificación constante, que nos permita reconstruir el movimiento estudiantil que pueda recuperar el protagonismo de otras épocas de nuestra historia.
Saludamos y hacemos llegar nuestras más sinceras felicitaciones a la nueva conducción del Centro, en quienes encontramos compañeros con quienes hemos compartido debates, prácticas y reflexiones comunes. Hemos sido claros cuando señalamos críticamente que deberían haber apostado a la unidad con todos aquellos que expresamos una visión similar sobre el Centro, su estado actual y las tareas por delante. Lo señalamos antes de la elección y durante la misma; lo diríamos si hubiesen perdido y lo decimos aun después de su triunfo, porque entendemos que es parte de ser sinceros en un debate entre compañeros. También hemos sido críticos de uno de sus ejes de campaña, en el cual plantearon como atributo positivo el hecho de ser “independientes”. Entendemos que eso aporta a reproducir un emblema de los 90’ en donde la política y la organización era mala palabra y también reaviva la falsa dicotomía entre estudiantes y militantes, la cual intentamos combatir desde el convencimiento de que todo estudiante debe ser militante de su Centro al asumir la responsabilidad de transformar la realidad que le toca vivir.
Pese a estos debates, entendemos que son más los acuerdos que las diferencias y esperamos que estén a la altura de las circunstancias y tengan la madurez necesaria en esta nueva etapa de cara a los grandes desafíos por delante y la enorme responsabilidad que tienen en sus manos.
Dejamos en claro nuestra disposición a ser parte de un proyecto de refundación del centro de estudiantes de nuestra facultad. Porque estamos convencidos, como lo venimos señalando desde hace años, que las respuestas serán colectivas o no serán.
